Sacrifica a tu hijo

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La orden de Dios.

Dios pide a Abraham que entregue a su hijo como sacrificio.

En Genesis 22, podemos encontrar uno de los textos más controversiales que se conocen, si bien existen muchos textos oscuros en las escrituras, la mayoría no escaló mucho o nada incluso en la mente popular, pero en cambio este sí, a tal punto que incluso ateos y agnósticos afirman que su falta de fe o su profunda duda en la fe se centra en que no desean empatizar con un Dios capaz de dar una orden así.

El pasaje bíblico nos muestra a Abraham camino a entregar un sacrificio a Dios, lo desgarrador es que ese sacrificio es nada más y nada menos que su propio hijo.

Aún entendiendo esto, el pasaje, hace más tétrica la narración al incluir algunos elementos como:

  1. Abraham tenía un solo hijo, al que pidieron en sacrificio.
  2. Sara su madre, ni nadie aparte de Abraham sabía que Isaac estaba por ser un sacrificio.
  3. Sara muere trágicamente, por los efectos del susto al enterarse que su hijo estuvo cerca de ser sacrificado.
  4. La desgarradora conversación entre Isaac y su padre en los versos 7 y 8.

Isaac, qué sabemos de él?.

Su nombre se puede traducir como «risa», o se puede conjugar como «Reirá», su nombre se debe a que cuando fue anunciado su nacimiento, su madre lo vio como algo difícil de creer, y esto le causó risa, y en Genesis 21, 6 declara justo esto, «Dios me hizo reír».

En la tradición bíblica, la concepción sobrenatural de Isaac fue el resultado del pacto que realizó Yahveh con Abraham, y que selló la elección del pueblo judío como receptor de la ley divina; el símbolo tangible de ese pacto sería la circuncisión, cuyo nombre usual en hebreo, brit milah, significa literalmente «Pacto».

Nació cuando Abraham tenía 100 años y Sara 90, se lo considera el único heredero legitimo de la promesa, y siempre se lo muestra como obediente y leal.

Dios ordena a Abraham que lo entregue en sacrificio, y Abraham fue hasta el monte Moriah para realizar su voluntad, Moriah proviene de otro término hebreo que es «Moreh», que se puede traducir como «Enseña, Instruye», desde allí las primeras pistas de que el pasaje guarda alguna enseñanza, algo que debe ser aprendido o realizado.

Puedes ver en el siguiente mapa, la ubicación actual del Monte Moriah.

Se casó con Rebeca cuando tenía 40 años, y fue el segundo patriarca de Israel, podemos agregar más cosas, pero no se encuentra por ningún lado nada que lo haga merecedor de morir a manos de su propio padre, y la misma biblia lo expresa como algo trágico en Genesis 31, 42 al hacer mención de los dos patriarcas como, «Dios de Abraham y terror de Isaac»

Verdad o mentira

Los lectores bíblicos, a veces con escasa formación o con fanática visión buscan simplificar las escrituras con una simple pregunta ¿Esto pasó o no pasó?, y al hacerlo no les interesa ahondar sino solo validar su propia creencia, y si la biblia puede fortalecer lo que cree.

Muy contrario a esto, entendemos que las escrituras jamás mienten, pero no se puede solo ver algo y entenderlo según haya o no pasado, esta es una simplificación extrema que mataría toda la riqueza teológica que se busca transmitir en cada texto.

El caso de este pasaje, sabemos hoy que es una narración de leyenda, cuya historicidad es irrelevante, pero su enseñanza no lo es, si seguimos profundizando en los personajes involucrados posiblemente nos encontraremos con lo mismo, ya que Abraham, Isaac, Sara, son todos parte, posiblemente de un constructo teológico que no busca narrar secuencialmente lo que sucedió sino transmitir una enseñanza, y todos son parte de una leyenda sagrada, pero en este artículo no entraremos en estos, solo nos centraremos en el texto del sacrificio.

La filosofía antes de la realidad.

La sociedad solo avanza cuando un concepto avanza, antes de teorizar algo y comenzar a profundizar en ello, conceptualmente no tiene sentido, podemos decir que algo carece de valor o significado hasta que alguien lo toma en serio, lo piensa y llega a una conclusión sobre ello.

Un ejemplo podría ser que en la antigüedad el robo o el asesinato eran vistos como algo normal sin cuestionar si era legal o no, la ley misma no existía, no fue sino miles de años posteriores al nacimiento del ser humano que comenzamos a hacernos preguntas y comenzamos a poner las bases de lo bueno y malo, de lo correcto e incorrecto, si teníamos dignidad o no la teníamos, esta revelación fue secuencial.

Esta evolución conceptual que siglos adelante se convirtieran en leyes, normas, costumbres, tradiciones, fue dando forma a la civilización hasta lo que tenemos hoy.

Al entender esto, nace la siguiente obligación de nuestra parte, no se puede jamás juzgar las acciones del pasado con la óptica de hoy, ya que con ese juicio demostramos un escaso crecimiento de nuestros propios conceptos aplicados en el tiempo, debemos más bien estudiar lo que era lícito o no en tiempos pasados, para que podamos entender todo el contexto, y una vez comprendido el contexto pasado, por fin buscar un aprendizaje hoy.

El sacrificio humano.

En tiempos del antiguo testamento, muchos pueblos ofrecían sacrificios humanos, y el sacrificio de un hijo era muy común, sobre todo cuando la petición a algún dios era considerado algo muy importante, en ese caso, como la petición era importante, el sacrificio debía ser lo más valioso que se tenía, los hijos.

Cananeos, edomitas, moabitas, amonitas, amalecitas entre otros, tenían entre sus costumbres religiosas el sacrificio humano.

Los hebreos, originalmente nómadas, al hacerse sedentarios comenzaron a tener contacto con todos estos pueblos, y allí comenzaron las dudas, conflictos y tentaciones, y comenzaron a preguntarse si los dioses de estos pueblos no serían la mejor opción ahora que ya no eran nómadas, un dios nómada ¿Sabrá algo de la vida asentada?

Hoy sabemos que muchos cayeron en la seducción de estas costumbres hasta el punto de hacerse habituales y lícitas, las razones para ofrecer un sacrificio así podían ser variadas,  por pasar alguna necesidad desesperada, una petición urgente, esto se torna aún más comprensible al considerar que la voluntad de los dioses era absoluta en aquellos tiempos, era mucho más importante o valiosa que la voluntad de las personas, que aún estaban en el lento proceso de entender su humanidad o su propio valor, por eso una sequía, una catástrofe, una mala cosecha, todo era un signo de que algún dios estaba molesto y requería un sacrificio.

No fue sino hasta que se reemplazó esta costumbre por lo que se llamó «El Rescate» citado en éxodo 13, 12-15 que se dejaron los sacrificios humanos y se comenzaron a sacrificar corderos, pero al parecer esto no fue suficiente, y muchos israelitas siguieron sacrificando a sus hijos hasta que se tuvo que declarar la ley como cita Levíticos 18, 21, «No sacrificarás a ningún hijo tuyo  a Molok» y para dar más presión se decretó que quien no cumpliese esta ley debía morir lapidado.

¿Pero cuál es la enseñanza del pasaje bíblico?

Ahora, una vez comprendidos todos los puntos anteriores, que serán valiosos para entender este y casi todos los textos bíblicos por fin podemos ver si entendemos el pasaje del frustrado sacrificio de Abraham.

El texto es una historia construida por una necesidad clara, el pueblo al que ya se le había prohibido de diferentes maneras todo tipo de sacrificios humanos, seguía tentado a hacerlo, decenas de textos bíblicos hablan de que muchos siglos posteriores a la norma, aún se seguía con esta practica incluso por autoridades Israelíes, los escritores llamados de la tradición Elohista se vieron obligados a construir un texto exhortativo y lo conectaron con la persona más renombrada dentro del pueblo desde sus principios; el patriarca Abraham.

Al conectarlo con el patriarca la historia, agregaron un elemento; mostraron que también el patriarca Abraham se vio tentado a sacrificar a su hijo.

Una vez hecho esto debían en la misma narración transmitir la enseñanza, pero a diferencia de otras narraciones no dejaron el mensaje al principio, sino al final del pasaje, o sea podemos decir lo siguiente para dejar las cosas claras:

«Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de Moriah, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré», no es el mensaje del pasaje, no se trata de la obediencia de Abraham como muchos quieren hacer ver de forma muy forzada.

El mensaje real es:

No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único.

Además se incluyó una promesa, para hacer aún más tentador el abandono de esta práctica.

Porque has obrado de esa manera y no me has negado a tu hijo único, yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos,  y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz.

Además se ofrece un reemplazo al sacrificio.

Al levantar la vista, vio un carnero que tenía los cuernos enredados en una zarza. Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

De esta forma, los escritores dejaron todos los elementos necesarios cubiertos, no faltaba nada, era ya solo tomar la decisión de dejar de ofrecer sacrificios humanos, ya no era necesario por una simple razón, el Dios de Israel no era un tirano, no era un despiadado al que se debía temer y obedecer en todo, aún acosta de la vida misma.

Las pruebas que vienen de Dios

Este pasaje, y su comprensión errada, trajo consigo muchas afirmaciones nefastas sobre la fe y la vida del hombre de fe.

Por muchos siglos se habló de las pruebas venidas de Dios, pero la verdad es que Dios no pone a prueba a nadie, la misma idea de una prueba sería una manifestación de que Dios es limitado, ya que no conoce nada sobre su creación y necesita ponerla a prueba para entender de qué es capaz y de qué no, no existe prueba alguna que venga de Dios, un padre, no pone a prueba a sus hijos sino que busca librarlos de estas.

Conclusión

Dios es amor, no olvidemos esto, pero Dios no se reveló por completo desde el principio, así como una persona que va aprendiendo un nuevo idioma, y comienza lentamente por cada letra y palabra y la va conectando hasta que tenga sentido, así Dios fue administrando lo que nos enseñaba sobre sí en cada etapa de la humanidad para no abrumarnos, ya que esto habría logrado el efecto opuesto, el alejamiento de él.

Este proceso tomo siglos, y sin error puedo decir que tomará aún muchos siglos más avanzar, ya que Dios no es limitado, y afirmar que lo sabemos todo de él ya hoy sería arrogante, incluso si comparamos a 10 personas elegidas al azar veríamos que cada una de ellas está en un nivel diferente de comprensión, de entendimiento de Dios, por eso debemos ser comprensivos y prestos a enseñar cuando vemos que un alma abre su vida al aprendizaje.

Y vos ¿Cómo aprendiste, o cómo te enseñaron este pasaje bíblico?

 

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